Esta es mi historia.
Así comenzó ‘Explora tu ruta’.
A veces de las cenizas pueden surgir cosas increíbles. Hasta 2016 y con 26 años no supe ver, que la vida puede cambiar en un momento. Y un día cualquiera, fue mi vida la que cambió. Para mal… y para bien.
«Siempre me ha encantado viajar, conocer nuevos lugares y redescubrir los viejos. Soy verdaderamente feliz cuando estoy rodeado de naturaleza y montañas. Tan feliz que cuando vuelvo a casa, me siento vacío. Como si algo me hubiese dejado allí».
Una enfermedad que lo cambió todo
2016
«Hay golpes en la vida, que no te esperas. Y mucho menos, cuando tienes 26 años.
Un viernes de junio de 2016 fui a la oficina con las maletas, ya que tenía una semana de vacaciones junto a dos compañeros de la oficina. Pero llevaba días con dolor en el abdomen, en las ingles, cansancio acumulado y me levantaba de noche empapado de sudor.
Por ello, antes de emprender el viaje fui a mi médico de cabecera. En la exploración notó que había un bulto del que nunca me había percatado. Recuerdo que me dijo: «No es habitual en chicos de tu edad, vete con este volante de urgencia al hospital ahora mismo».
Finalmente, a las 20:30h me comunicaron que tenía un tumor maligno y tenían que operarme de urgencia. Por mi edad, tenía mal pronóstico si no se trataba a tiempo debido a su rápido crecimiento».
Mi vida se frenó en seco.
«Tras el fin de semana, estaba operado. Y a los pocos días y con la biopsia del tumor, comencé el tratamiento de quimioterapia. Se trataba de un carcinoma en estadio IIB agresivo.
Fue una de las temporadas más difíciles de mi vida, sobre todo mentalmente. Tres ciclos sin descanso entre ellos, de lunes a viernes y con sesiones eternas anclado a un sillón. Y lo peor son los innumerables efectos secundarios que tuve permanentes, debido a una ototoxicidad provocada por el cisplatino y que jamás desaparecieron, como pérdida de audición y el tinnutus«.
Una nueva forma de ver el mundo
2017 y 2018
«Durante el proceso nunca me avergoncé y salía a la calle tal y cómo era. Volví a mi trabajo en la oficina el 1 de septiembre de 2016, al día siguiente de acabar el tratamiento. Hecho un desastre por fuera y por dentro. Pero me propuse recuperar mi vida.
También volví a viajar en otoño, para recuperar la ilusión y el tiempo perdido. Aunque tenía un miedo enorme a sufrir una recaída.
Pero esta vez mi vida iba a ser diferente. No encontré mi lugar tras el tratamiento. Esa vida ‘estable’ ya no la valoraba del mismo modo. Empecé a aborrecer todo lo que me generara un estrés elevado. Incluido mi trabajo en una gran empresa, la ciudad dónde vivía, lo material y lo superfluo. Sentía que lo más valioso, que era el tiempo, no lo estaba viviendo».
«Ese pensamiento fue en aumento y un día abandoné todo. Dije adiós a mi trabajo, dejé el alquiler en la ciudad y comencé una nueva vida alejado del ruido. Decidí viajar más y eliminar todo el estrés de mi vida. Tras meses luchando por una vida más sencilla, hice una lista de lo que es imprescindible en mi vida y lo que no. Incluso me alejé de muchas personas. Y en realidad, lo necesitaba. Cuando uno vive una enfermedad así, te sientes irremediablemente solo. Y quizás ahí, encontré mi propio espacio.
Ahora no tengo casi nada material o de valor, pero tengo una mochila llena de viajes y rutas por todo el mundo. El senderismo fue mi oasis de paz y recuperación y hoy en día es mi generador de felicidad más absoluta. Y mis dos pequeñajos, claro.
Quien sabe, que tiempo nos quedará por delante. Si algo aprendes al pasar por ese proceso, es que cualquier día pueden llamar a tu puerta. Lo más valioso que tenemos es el tiempo y la salud. Y cuando esto falta, no hay nada que lo llene».
Y de las cenizas… nació ‘Explora tu ruta’
2019
«En 2019 empecé a crear y diseñar esta web de rutas y viajes. La que sería mi presente vida. Quería poder contar mis viajes y vivencias, y cómo el senderismo, la naturaleza y la montaña es capaz de mejorar la salud física y mental de todos. Siempre quise ser guía local y el mejor compañero de viajes.
Y aquí estoy, uniendo mi pasión por los viajes y mi profesión como creador de contenido. Con una ilusión capaz de mover al mismísimo Everest.
Ahora vivo en un pueblecito alejado del ruido. Rodeado de campo, del sonido de los pájaros, jugando con mis perros, haciendo senderismo cada semana y dedicado en cuerpo y alma a Explora tu ruta. Ahora soy más feliz con muchas menos cosas a mi espalda. Vivo y viajo con una mochila muy, muy ligera.
«Gracias a todo lo que aprendí tras aquel año 2016, hoy lucho por mi sueño: vivir de forma digital.
Tras estos años he recorrido a pie 31 países, disfrutando de su naturaleza, de sus montañas y de su cultura. Por muchas rutas más.»