El cuidado del pelo del perro es una parte muy importante de su salud y bienestar. No solo les protege del frío, el calor y las infecciones, sino que también refleja su estado de ánimo y personalidad. Por eso, es fundamental cepillar el pelo de los perros con regularidad y adecuadamente.
Pero, ¿Cómo hacerlo? ¿Qué productos usar? ¿Qué diferencias hay entre el pelo largo y el corto? ¿Cómo evitar los nudos, las pulgas y los parásitos? En esta guía te vamos a dar algunos consejos prácticos para que puedas mantener el pelo de tu perro limpio, brillante y sano.
Índice
¿Qué tipo de pelo tiene tu perro?
Lo primero que debes saber es qué tipo de pelo tiene tu perro. No todos los perros tienen el mismo tipo de pelo ni las mismas necesidades. Por lo general, se pueden clasificar en tres tipos:
- Pelo corto: son los perros que tienen el pelo liso y pegado al cuerpo, como los Labradores, los Beagles o los Dálmatas. Este tipo de pelo es fácil de cuidar, ya que no se enreda ni se ensucia mucho. Sin embargo, suelen mudar mucho pelo durante todo el año, por lo que hay que cepillarlos a menudo para eliminar el pelo muerto y evitar que se acumule en casa.
- Pelo largo: son los perros que tienen el pelo largo y suelto, como los Collies, los Yorkshire o los malteses. Este tipo de pelo requiere más atención, ya que se puede enredar, formar nudos y albergar suciedad y parásitos. Por eso, hay que cepillarlos a diario con un cepillo adecuado y cortarles el pelo con regularidad para evitar que les moleste o les impida ver bien.
- Pelo duro: son los perros que tienen el pelo áspero y rizado, como los Schnauzer, los terrier o los caniches. Este tipo de pelo no se cae mucho, pero necesita un cuidado especial llamado stripping o arrancado, que consiste en eliminar el pelo viejo con una herramienta específica o con las manos. De esta forma, se renueva el pelo y se mantiene su textura y color.
A veces basta con un simple cepillado para eliminar gran parte de los malos olores y de la suciedad acumulada en el pelo.
¿Cómo mantener limpio el pelo de tu perro?
La limpieza del pelo de tu perro es fundamental para su salud e higiene. Un pelo sucio puede provocar mal olor, irritación, infección o infestación por parásitos. Por eso, es importante bañar a tu perro con la frecuencia adecuada y con los productos adecuados.
¿Cada cuánto bañar a tu perro?
No existe una regla fija sobre la frecuencia del baño de tu perro. Depende de varios factores, como el tipo de pelo, el nivel de actividad, el entorno o las condiciones climáticas. Lo ideal es bañar a tu perro cuando lo veas sucio o huela mal, pero sin excederte ni hacerlo muy a menudo.
En general, se recomienda bañar a tu perro una vez al mes como máximo. Si lo haces más a menudo, puedes alterar el equilibrio natural de su piel y su pelo, eliminando la capa protectora de grasa y favoreciendo la aparición de problemas dermatológicos.
Sin embargo, hay algunas excepciones en las que puedes bañar a tu perro más a menudo:
- Si tiene el pelo largo o duro y necesita un corte de pelo profesional cada cierto tiempo.
- Si tiene algún problema de piel o alergia que requiera un tratamiento específico con champú medicado.
- Si se ensucia mucho por su actividad o por el lugar donde vive (por ejemplo, si juega en el barro o vive en una zona muy polvorienta).
En cualquier caso, consulta con tu veterinario antes de bañar a tu perro más a menudo de lo normal.
¿Qué productos usar para bañar a tu perro?
Para bañar a tu perro, no debes usar los mismos productos que usas para ti. El pH de la piel de los perros es diferente al de los humanos, por lo que necesitan un champú específico para perros que respete su acidez natural y no les irrite ni les reseque la piel.
Además, debes elegir el champú adecuado al tipo de pelo y al color de tu perro. Por ejemplo, hay champús para pelo corto, largo o duro, para pelo blanco, negro o de colores, para pelo seco, graso o normal, etc. También hay champús con propiedades especiales, como antiparasitarios, anticaspa, hidratantes o desodorantes.
En el mercado puedes encontrar una gran variedad de marcas y precios de champús para perros. Lo importante es que elijas uno de calidad y que se adapte a las necesidades de tu mascota. Lee bien la etiqueta y sigue las instrucciones de uso y dosificación.
Además del champú, puedes usar otros productos complementarios para mejorar el aspecto y la salud del pelo de tu perro. Por ejemplo:
- Acondicionador: ayuda a desenredar el pelo y a darle suavidad y brillo. Es especialmente recomendable para los perros de pelo largo o duro.
- Mascarilla: nutre e hidrata el pelo en profundidad. Es ideal para los perros de pelo seco o dañado por el sol o el cloro.
- Spray: facilita el cepillado y evita los nudos. También puede tener efectos antiparasitarios, desodorantes o repelentes.
- Perfume: le da un olor agradable a tu perro. Puedes elegir entre diferentes aromas, como frutales, florales o cítricos.
Estos productos se aplican después del champú y se dejan actuar unos minutos antes de aclararlos con abundante agua. No abuses de ellos ni los uses en exceso, ya que pueden apelmazar el pelo o causar reacciones alérgicas.
Bañando a tu perro, paso a paso
Bañar a tu perro no tiene por qué ser una tarea difícil ni estresante. Solo necesitas un poco de paciencia, preparación y cariño. Sigue estos pasos para bañar a tu perro correctamente y sin problemas:
- Antes del baño, cepilla bien el pelo de tu perro para eliminar el pelo muerto y los posibles nudos o suciedad. Si tiene el pelo muy largo o enredado, puedes cortarle las puntas con unas tijeras o llevarlo a un peluquero canino.
- Elige un lugar adecuado para bañar a tu perro. Puede ser la bañera, la ducha, un lavabo o un barreño grande. Lo importante es que sea cómodo y seguro tanto para ti como para tu perro. Coloca una alfombra antideslizante en el fondo para evitar que se resbale y se haga daño.
- Llena el recipiente con agua tibia (entre 35 y 38 grados) y moja bien el pelo de tu perro con una ducha o una jarra. Evita mojarle la cabeza, las orejas y los ojos, ya que puede causarle molestias o infecciones.
- Aplica el champú sobre el pelo mojado y masajea suavemente con las manos o con un guante de goma. Reparte bien el producto por todo el cuerpo, desde el cuello hasta la cola, sin olvidarte del pecho, las patas y el vientre. No uses demasiada cantidad ni lo frotes con fuerza.
- Aclara bien el pelo con agua limpia hasta eliminar todo el jabón. Puedes usar una ducha o una jarra para facilitar el proceso. Comprueba que no queden restos de champú en ninguna parte del cuerpo.
- Si vas a usar algún producto complementario, como acondicionador, mascarilla o spray, aplícalo ahora siguiendo las instrucciones del fabricante. Déjalo actuar unos minutos y acláralo bien con agua limpia.
- Seca bien el pelo de tu perro con una toalla suave y absorbente. Envuélvelo con la toalla y frótalo con cuidado para quitar el exceso de humedad. No uses el secador de pelo, ya que puede quemarle la piel o asustarle con el ruido.
- Cepilla de nuevo el pelo de tu perro para darle forma y eliminar los posibles nudos que se hayan formado durante el baño. Si quieres, puedes aplicarle un poco de perfume para darle un toque final.
- Premia a tu perro con una golosina, un juguete o una caricia por haberse portado bien durante el baño. Así le harás sentir más cómodo y feliz.
Cuidando el pelo de tu perro entre baños
El baño no es el único cuidado que necesita el pelo de tu perro. Entre baños, también debes realizar otras acciones para mantener el pelo de tu perro sano y bonito. Estas son algunas de ellas:
- Cepillado: es el cuidado básico y más importante para el pelo de tu perro. El cepillado ayuda a eliminar el pelo muerto, los nudos, la suciedad y los parásitos. También estimula la circulación sanguínea y la producción de grasa natural, lo que favorece el brillo y la salud del pelo. Además, el cepillado es una forma de fortalecer el vínculo entre tú y tu perro, ya que le proporciona placer y relajación. Debes cepillar a tu perro al menos una vez por semana, aunque dependiendo del tipo de pelo puede ser más o menos frecuente. Usa un cepillo adecuado al tipo y al largo del pelo de tu perro y hazlo con suavidad y paciencia.
- Corte: algunos perros necesitan un corte de pelo periódico para mantener su higiene y su estética. Aunque algunos perros de doble capa, como los Border Collie, no se les debe cortar jamás el pelo. El corte puede ser más o menos radical según el tipo de pelo y el estilo que quieras darle a tu perro. Puedes cortarle el pelo tú mismo con unas tijeras o una máquina eléctrica, o llevarlo a un peluquero canino profesional que sepa cómo hacerlo correctamente. Lo ideal es cortarle el pelo cada dos o tres meses, aunque depende del crecimiento del pelo de cada perro. No le cortes demasiado el pelo en invierno ni se lo dejes muy largo en verano, ya que puede afectar a su temperatura corporal.
- Limpieza: entre baños, puedes limpiar el pelo de tu perro con productos específicos que no necesitan aclarado, como toallitas húmedas, polvos secos o espumas limpiadoras. Estos productos te ayudan a eliminar la suciedad superficial y los malos olores sin alterar el equilibrio natural del pelo y la piel de tu perro. Son muy útiles para limpiar zonas concretas, como las patas, las orejas o los genitales, o para refrescar el pelo entre baños. No los uses como sustitutos del baño ni los apliques con mucha frecuencia.
- Alimentación: la alimentación es un factor clave para la salud del pelo de tu perro. Una dieta equilibrada y de calidad le aporta los nutrientes esenciales para que su pelo crezca fuerte, sano y brillante. Por eso, debes elegir un pienso adecuado a la edad, al tamaño y a las necesidades de tu perro y evitar darle comida casera o sobras que puedan causarle problemas digestivos o alergias. También puedes complementar su alimentación con suplementos vitamínicos o aceites naturales que mejoren la calidad del pelo.
¿Cómo prevenir y tratar los problemas del pelo de tu perro?
A pesar de cuidar bien el pelo de tu perro, puede que en algún momento aparezcan algunos problemas que afecten a su salud o a su belleza. Estos son algunos de los más comunes y cómo prevenirlos y tratarlos:
- Caída excesiva del pelo: es normal que los perros muden el pelo dos veces al año, en primavera y en otoño, para adaptarse a los cambios de temperatura. Sin embargo, si tu perro pierde mucho pelo durante todo el año o presenta zonas sin pelo o con calvas, puede haber un problema detrás. Las causas pueden ser diversas, como el estrés, la mala alimentación, las alergias, las infecciones, los parásitos o las enfermedades hormonales. Para prevenir la caída excesiva del pelo, debes cepillar a tu perro con frecuencia, darle una dieta equilibrada y rica en ácidos grasos omega 3 y omega 6, evitar los productos químicos o irritantes y protegerlo de las pulgas y los ácaros. Si la caída persiste o se agrava, debes consultar con tu veterinario para que le haga un diagnóstico y le recete un tratamiento adecuado.
- Nudos: los nudos son enredos que se forman en el pelo de los perros, sobre todo en los de pelo largo o duro. Los nudos pueden causar molestias, dolor e incluso heridas en la piel de tu perro. Para prevenir los nudos, debes cepillar a tu perro regularmente con un cepillo adecuado y cortarle el pelo con regularidad si no es de doble capa. Si tu perro tiene muchos nudos o muy apretados, puedes usar un producto desenredante o llevarlo a un peluquero canino para que se los quite con cuidado. No intentes cortar los nudos con unas tijeras o tirar de ellos con fuerza, ya que puedes hacerle daño a tu perro.
- Pulgas y garrapatas: las pulgas y las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de los perros y les causan picor, irritación e infecciones. Además, pueden transmitirles enfermedades graves como la leishmaniosis o la ehrlichiosis. Para prevenir las pulgas y las garrapatas, debes usar un producto antiparasitario adecuado a tu perro y renovarlo según las indicaciones del fabricante. También debes revisar el pelo de tu perro después de cada paseo por zonas de riesgo, como el campo o el bosque, y eliminar cualquier parásito que encuentres con unas pinzas o un peine especial. Si tu perro tiene una infestación severa o presenta síntomas como fiebre, pérdida de apetito o anemia, debes llevarlo al veterinario cuanto antes.
- Caspa: la caspa son escamas blancas o amarillentas que se desprenden de la piel de los perros y se quedan en el pelo. La caspa puede deberse a una falta de hidratación, una mala alimentación, una alergia, una infección o una enfermedad hormonal. Para prevenir la caspa, debes bañar a tu perro con un champú adecuado a su tipo de piel y pelo, darle una dieta equilibrada y rica en ácidos grasos omega 3 y omega 6, evitar los cambios bruscos de temperatura y humedad y protegerlo del estrés. Si la caspa persiste o se acompaña de otros síntomas como picor, rojez o inflamación, debes consultar con tu veterinario para que le haga un diagnóstico y le recete un tratamiento adecuado.
Mantener limpio el pelo de tu perro según su tipo
Como hemos visto, el tipo de pelo de tu perro influye en el cuidado que necesita. A continuación, te damos algunos consejos específicos para cada tipo de pelo:
Pelo corto
Los perros de pelo corto son los más fáciles de cuidar, ya que no se enredan ni se ensucian mucho. Sin embargo, suelen mudar mucho pelo durante todo el año, por lo que hay que cepillarlos a menudo para eliminar el pelo muerto y evitar que se acumule en casa.
Para cepillar a tu perro de pelo corto, puedes usar un cepillo de cerdas suaves o un guante de goma. Hazlo con suavidad y en el sentido del crecimiento del pelo. No uses peines ni cepillos metálicos, ya que pueden dañar su piel.
Para bañar a tu perro de pelo corto, puedes usar un champú suave y neutro que respete el pH de su piel. No uses productos demasiado agresivos ni abrasivos, ya que pueden resecar su piel y provocarle irritación o caspa. Aclara bien el pelo con agua limpia y sécalo con una toalla.
Pelo largo
Los perros de pelo largo son los más difíciles de cuidar, ya que se pueden enredar, formar nudos y albergar suciedad y parásitos. Por eso, hay que cepillarlos casi a diario con un cepillo adecuado y cortarles el pelo con regularidad para evitar que les moleste o les impida ver bien.
Para cepillar a tu perro de pelo largo, puedes usar un cepillo de púas largas o un peine de metal. Hazlo con cuidado y paciencia, empezando por las puntas y subiendo poco a poco hasta la raíz. Deshaz los nudos con los dedos o con unas tijeras si es necesario. No tires del pelo ni lo rasques con fuerza.
Para bañar a tu perro de pelo largo, puedes usar un champú específico para pelo largo que le aporte hidratación y brillo. También puedes usar un acondicionador o una mascarilla para facilitar el desenredado y darle suavidad al pelo. Aclara bien el pelo con agua limpia y sécalo con una toalla. Si quieres, puedes usar un secador a temperatura baja y a una distancia prudencial para acelerar el proceso.
Pelo duro
Los perros de pelo duro son los más especiales de cuidar, ya que necesitan un cuidado especial llamado stripping o arrancado, que consiste en eliminar el pelo viejo con una herramienta específica o con las manos. De esta forma, se renueva el pelo y se mantiene su textura y color.
Para hacer el stripping a tu perro de pelo duro, puedes usar una cuchilla especial o unas tijeras dentadas. Hazlo con cuidado y siguiendo el sentido del crecimiento del pelo. No cortes el pelo con unas tijeras normales ni lo rasures con una máquina eléctrica, ya que perderá su aspecto natural y su protección térmica.
Para bañar a tu perro de pelo duro, puedes usar un champú específico para pelo duro que le aporte limpieza y volumen. No uses productos demasiado suaves ni hidratantes, ya que pueden ablandar el pelo y hacer que pierda su forma. Aclara bien el pelo con agua limpia y sécalo con una toalla. No uses el secador, ya que puede dañar el pelo y hacer que se encrespe.
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